viernes, 10 de mayo de 2013

Capítulo II: El comienzo de una aventura



Capítulo II: El comienzo de una aventura


Hacia la noche todo estaba tranquilo. De repente se oyó un grito procedente del norte.
- ¡Jefe! -Gritó Trisha al tiempo que se levantaba.
Su repentino salto hizo que Vändor y Kairyu reaccionasen también.
El primero en llegar al pie de las montañas fue Kairyu. Poco después llegaron sus compañeros.
- ¿Qué ha pasado? -Preguntó Trisha.
- Aún no lo sé. -Respondió Kairyu.
- Vamos. -Dijo Vändor
- Espera. -Le frenó Trisha. -¿Vais armados?
- Sí. -Dijeron al unísono.
- Pues vamos.
Se adentraron en la caverna con cautela.
Vändor se adentró primero. Cogió una flecha del carcaj que llevaba en la pierna y la encajó en la cuerda de su arco, listo para atacar. Era sigiloso y ágil, perfecto para perseguir a sus enemigos escondiéndose entre la maleza del bosque.
Trisha, con su bastón, pronunció un hechizo y lanzó una esfera de luz que se adentró lentamente en la cueva. Ella era astuta y tranquila, lo que le permitía analizar fríamente la situación y planear un contraataque con el que salir victoriosa.
Kairyu, con sus hojas, entró pegado a la pared derecha de la caverna, a la misma altura que Vändor. Era fuerte y rápido, obteniendo la iniciativa en combate y la posibilidad atacar de forma precisa y contundente a su rival.
Al poco de avanzar sintieron un viento ardiente y encontraron el cuerpo de su jefe.
- ¡Señor!- Gritó Trisha. -¿Está muerto? –Preguntó, mirando a Vändor.
- No, sólo inconsciente. -Respondió Kairyu, que tenía amplios conocimientos de medicina. -Debemos llevarlo a la enfermería inmediatamente.
- De acuerdo.
Kairyu y Vändor cogieron el cuerpo. Trisha se adelantó para calmar a los aldeanos y que no cundiera el pánico de nuevo.

Era casi mediodía, y todos estaban exhaustos tras los repetidos intentos de reanimar al líder de la aldea. Al despertar, el jefe estaba confuso y desorientado. No recordaba nada de lo sucedido la noche anterior.
- ¿Por qué estoy aquí? -Preguntó él con un gesto de dolor en la cara.
- ¿No recuerda nada? –Le preguntó la enfermera. -Estos tres jóvenes le trajeron anoche desde la Cueva Centenaria.
- ¿Qué hacía yo allí?
- ¿De verdad que no recuerda nada? -Preguntó Kairyu.
- Lo último que recuerdo es salir de casa ayer por la tarde y toparme a un hombre alto y musculoso, no era alboriano. Dijo unas palabras en otro idioma y se me nubló la vista... Desde entonces no hay nada en mi memoria.
- ¡Han robado el Diamante Real! -Gritó un soldado, irrumpiendo en la sala.
El jefe se sorprendió al oír aquello.
El soldado entró y lo vio en la cama.
- ¿Qué has dicho? -Le preguntó al soldado.
- ¿Qué es el Diamante Real? -Preguntó Vändor.
- Chicos, ¿podéis salir un momento? -Dijo el soldado.
Salieron.
- ¿Alguno de vosotros sabe qué es el Diamante Real? -Preguntó de nuevo Vändor.
- No. -Dijo Trisha. Parecía extrañada, como si ocultara algo.
- Ni idea. -Dijo Kairyu.
Cuando el soldado salió de la enfermería les hizo un gesto para que pasaran.
- Jefe, ¿qué es ese Diamante Real del que hablaba el soldado? -Preguntó Vändor.
- Ahora mismo sólo os puedo decir que la aldea está en peligro.
- No se preocupe, nosotros la protegeremos. -Dijo Trisha.
- No es un peligro que tres elfos puedan alejar.
- Somos los mejores guerreros de la aldea, podremos con cualquier cosa. -Dijo Vändor.
- ¿Incluso con un Caos? -Preguntó el jefe, alterado.
- ¿Qué es un Caos? -Intervino Kairyu.
- Un ente venido de otro Plano para atormentar a los seres de éste.
- ¿Cómo? ¿Que no es de este mundo? -Preguntó Vändor, atónito.
- No exactamente, es de otro Plano. Veréis, así como no sólo existe un Mundo, tampoco existe un único Plano espaciotemporal. En el Universo existen decenas, puede que cientos de planos aparte del nuestro. Nosotros vivimos tranquilos debido a la ausencia de Caos en nuestro Plano y sus Mundos.
- Me he perdido. -Dijo Kairyu.
-Es muy sencillo. El Universo conocido está dividido en Planos; y esos Planos, en Mundos, comúnmente llamados Regiones. Nuestro Mundo está en una zona apartada de su Plano, lo cual también ayuda a que no haya guerras ni problemas graves. Los Caos son seres que vagan de Plano en Plano con la intención de sumergir los mundos del Plano objetivo en una guerra de la que no puedan salir jamás a menos que se rindan. Hasta la actualidad, se han registrado cinco tipos de Caos, y ya han conseguido sumir en guerra a tres Planos.
- ¿Entonces, a menos que derrotemos a ese Caos, este Mundo se sumirá en una guerra?
- Exacto, pero no creo que haya venido solo. Esta Región del Plano, la Región del Oeste está muy apartada de cualquier otra, sería peligroso adentrarse solo. Además, son muy poderosos y no os resultará tan sencillo vencerlos.
- No somos los únicos guerreros del país. Y mucho menos del Mundo. Tendremos que juntar un grupo de guerreros para conseguirlo. Debemos partir cuanto antes.
- ¡No! No debéis apresuraros, tened paciencia.
- ¡Pero nos destruirán si no hacemos algo!
- ¡Ya vale! –Exclamó repentinamente Trisha, interrumpiendo la discusión. –Jefe Zaíl, cuéntenos acerca del Diamante Real.
- El Diamante Real es una de las cinco Joyas del Hermetismo. Desde hace eones, estas cinco Joyas han venido protegiendo nuestro Plano; es por ello que no hay ningún registro de guerras provocadas por los Caos en él. Sin embargo, desde hace unos años, los Caos están intentado robar las Joyas del Hermetismo, pero no se sabe para qué. Puede que simplemente quieran destruirlas para dejarnos desprotegidos, o que tengan un plan mayor. Hasta el momento han logrado robar 3 de las Joyas, incluyendo la nuestra. Debemos evitar qu--
- Espera, espera, espera, ¿qué son esas Joyas del Hermetismo? –Le cortó Kairyu, impaciente y desconcertado.
- Son las joyas que mantienen el Hechizo de Hermetismo Espacio-temporal. De esa forma conseguimos alejar a los Caos pasados, presentes y futuros de nuestro Plano y evitar que haya guerras.
- Y, ¿dónde están las demás Joyas? –Preguntó Trisha, que parecía bastante interesada.
- Repartidas por las diferentes Regiones del Plano. Sin embargo, la quinta no es nada fácil de encontrar, aunque eso ahora no nos interesa, llegado el momento os hablaré de ella. Nosotros, en la Región del Oeste, teníamos el Diamante Real; en el planeta Lantanio de la Región del Norte, se encuentra el Rubí Divino; en el planeta Actinio de la Región del Sur, se encontraba el Zafiro Vetusto, que fue robado; y en el planeta Drachma de la Región del Este, se encontraba la Esmeralda Perlada, que también fue robada. Lo más probable es que planeen destruirlas y lanzar un gran ataque, ya que el nuestro es uno de los Planos más extensos.
- Usted ha dicho que hay cinco Joyas del Hermetismo, sin embargo sólo ha mencionado cuatro, ¿qué pasa con la quinta? -Preguntó Vändor, que había estado callado y pensativo.
- La quinta Joya… -Se tomó su tiempo, suspiró, y prosiguió. -Nadie sabe dónde se encuentra. Hay muchas teorías y rumores, pero no hay nada claro.
- Entonces los Caos tampoco sabrán dónde encontrarla, ¿no? –Dijo el joven arquero con un rayo de esperanza en los ojos.
- Me temo que no podemos depender tanto de una suposición. Debemos hablar con los países cercanos y crear una alianza. Puede que vuelvan a este planeta a buscar la quinta Joya. -Respondió el jefe, tras una breve pausa para recuperar el aliento. Se sentía agotado desde que despertó y le costaba respirar, sentía que su corazón latía cada vez más rápido. -Necesito reposo. Os pido que os marchéis. Venid a verme dentro de unas horas, os contaré lo que sé sobre la quinta Joya.
- De acuerdo. –Se miraron, asintieron, y salieron.